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lunes, 19 de enero de 2015

Capítulo 1 - Una actuación sin terminar

Narrador Omnisciente:
- ¡Detén la función! -grita el padre de la protagonista al DJ-.

- Lo siento, señor. Es imposible, estamos en mitad de una actuación.

- No es imposible, porque quien está actuando es mi hija. Así que… ¡ya puede ir parando la música! -contesta irritado-.

- ¡De acuerdo! Pero las consecuencias que esto produzca estarán solamente bajo su responsabilidad.

- Bien.


El DJ paró la música, y la artista MUY confundida por lo ocurrido, va a reprocharle su acción cuando observa que él le está señalando a su progenitor.


- ¡¿Por qué le has pedido que corte el popurrí*?! ¿Tú sabes cuánto tiempo he estado preparando MI actuación? ¡SIETE MESES!

- Cállate, nos vamos de aquí.

- ¿Qué? Pero…

- ¡YA!


Narra Esmeralda:
Ahora mismo, estamos corriendo a un coche aparcado en frente del edificio donde hace unos segundos estaba actuando. Tss… estoy súper molesta con él, pero si ha abandonado su gira para venir aquí, entonces tiene que decirme algo MUY importante.

- Hija, en este momento debes de estar muy enojada conmigo, pero hay un asunto mucho más importante que una actuación que debemos tratar.

- He estado trabajando muy duro para conseguir subirme a ese escenario, así que espero que sea de extrema urgencia.

- Te recuerdo, que tu madre y yo hemos abandonado nuestra gira MUNDIAL para estar aquí. De modo que baja esos humos si no quieres que te lluevan los castigos -me contesta cabreado-.

- Ya lo sé, perdona. Pero es que me había costado mucho llegar ahí.

- Está bien. Mas cuando lleguemos a casa debemos hablar seriamente sobre algo.

- ¿Qué ocurre? ¿Y mamá, dónde está? -le pregunto asustada-.

- No te preocupes por ella. Está en casa esperándonos y preparando todo.

- ¿Hmm?

- No preguntes.


Al terminar esa charla, me doy cuenta de que estaba tan enfrascada en la conversación, que ni me enteré de que llevábamos parados enfrente de casa 10 minutos. Es preciosa, pero en mi opinión es demasiado grande y está en las afueras de la ciudad (siempre me ha gustado estar en el centro, cerca de todo). Como sé que una imagen vale más que mil palabras, te invito a que entres conmigo:


Al bajarme del coche, me dirijo a la entrada y… ¡Ah! Que despistada soy… ¡todavía no me he presentado! <<Bueno, me llamo Esmeralda Casillas, encantada de conocerte querida lectora *realiza una gran reverencia y la empuja Castiel*>> <<¡Por favor, pareces una vieja presentándose hace siglos! *retorciéndose en el suelo de la risa*>><<¡Culopollo, cállate que todavía ni has salido en la historia!>><<¡Pero si es que das risa!>><<¿Ah, sí? Pues si tan aburrida te parezco… ¡te sustituyo por Nath! MUAJAJAJAJAJAJA *cof, cof, cof* Uff… tengo que mejorar mi risa diabólica… ¡Bueno, que te borro del fic! *se acerca al ordenador y antes de pulsar la tecla de borrar, se lo quita Castiel de las manos*>><<¡Vale, vale! ¡Me voy! Pero me llevo el portatil…>><<¡Tengo dos copias de seguridad con diferentes contraseñas, es inútil que intentes borrar a Nathaniel!>><<¡Buah!>> Madre mía, qué pesado... menos mal que ya se ha ido *suspira aliviada*<<Se nota que me quieres eeh>><<Castiel…>><<¿Hmm?>><<Devuélveme un momento el portátil, por favor… ¿Culopollo? ¡Castiel!>> ¡Por fin se fue! ¡Aleluya! Bueno, sigo con mi presentación. Ejem, ejem *se aclara la garganta*... tengo 15 años, soy española (de la costa sur). Y… el resto lo sabrás según continúe el fic. A continuación, seguiré por donde iba (me enrollo más que una persiana...).

Bueno, que entro en casa y me encuentro a mi madre sentada en el sofá mirándome con una cara de poker, que intimida más que un ejército de gallinas listo para atacarte por haberte comido sus huevos.

 

- Hija, tenemos que hablar -ya empezamos...-.

- ¿Qué pasa? -pregunto a la vez que me siento en medio de mis padres-.

- Verás... -comienza mi papá a hablar, pero le interrumpe mamá-.

- Debes mudarte.

- ... -estoy alucinando, vamos-.

- ¿Ves como no se lo ha tomado mal, cariño? -le dice mi padre-.

- Espérate, ella es como yo -responde ella-. Se calla y...

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué, cómo, cuándo?! -les grito airada mientras me levanto, ¡tendré que dejar mis amigos, mi vida, TODO!- Al menos, dime que es cerca de aquí o a otra playa…

- … salta MUY enfadada -mi madre continúa su frase, pero ahora mismo estoy pendiente de las respuestas o excusas que deben darme-.

- Hija, vamos a reanudar la gira mundial y nos han ofrecido ser los protagonistas en una película que tendrá mucho éxito… -me explica papá- No vamos a estar aquí en mucho tiempo.

- ¿Y? ¿No es lo que siempre hacéis?

- Mi vida, esta vez es distinto. Lo más probable es que estemos unos 8 meses sin venir, no uno o dos -ahora está hablando mi madre-. Queremos prevenir que vengan paparazzi y te acosan siempre, ahora no podemos vigilarte estando tanto tiempo fuera. Por eso… ¡te hemos comprado una casa en la ciudad! -finaliza con una cara sonriente, tss… ni que esa cara fuera a mejorar las cosas…-.

- ¿Y se supone que debo alegrarme? Pff… al menos no tengo que cambiar de país *suspira tranquila*.

- Ehmm… debo decirte algo más… -continúa ella hablando- he dicho ciudad, puede ser cualquiera…

- ¿Qué quieres decir?

- A ciudad… me refiero a París.

- … -estoy flipando en colores- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué Francia y no otra ciudad de España?! Además, ¡yo necesito vivir en la playa!

- En España es muy fácil que te encuentren. ¡Aunque estuvieras en una cueva perdida en un bosque desconocido del país te encontrarían!

- Sara, se te está olvidando algo que DEBES decirle a la niña.

- Díselo tú, no te jod* -JAJAJAJAJA ¡la cara que ha puesto papá! ¡Era para haberle hecho una foto!-. Yo he dicho todo menos eso y tú lo único que has hecho es suspirar. Tss...

- Papá, ¿qué es?

- Ay... -suspira agobiado a la vez que pone cara de: ''¡Tengo ganas de cag*r! ¡Abran paso!''. Tss... más podría suspirar yo, que soy la que tiene que irse a vivir a otro país completamente desconocido para mí (excepto en la lengua, soy bilingüe de francés y castellano)-.

- ¿Ves como lo único que haces es suspirar, Antonio? -dice mi madre con una cara que dice: ''Sara 1-0 Antonio, no me repliques que si no te quedas sin cenar''. JAJAJAJA ¡Mi madre es una máquina!-.

- Verás Esmeralda... -la ignora mi padre- hay un secreto en la familia de tu MADRE. ¡No en la mía! ¡en la suya! Que DEBES guardar. Por nada del mundo lo cuentes o terminarás mal. Tu abuela es prueba de ello -mamá se va, vuelve con una caja en las manos y me la entrega-.

- Ábrela -me ordenan ambos. Confundida obedezco y...-.

- Pero, ¿qué...?

- No hagas preguntas -me dice papá-. Esta esmeralda debe estar siempre bajo tu posesión. No dejes que nadie la vea y no hables de ella con otra persona que no sea tu madre o yo.

- ¿Por qué? ¿Qué tiene?

- Eso no te lo podemos decir, ya lo descubrirás sola.

- Ahora, volviendo al tema de la mudanza... -desvía mi madre el hilo de la conversación- Ya hemos preparado todos los papeles necesarios para que vivas sola, los de la casa y el instituto. El billete de avión también está listo para mañana por la mañana a las 10:00h. Aprovecha que queda una semana para que empiece el instituto y conoce gente antes de empezar.

- ¡Ah! Te hemos preparado una fiesta de despedida con tus amigos. Hoy a las ocho de la tarde, para que puedas despedirte de ellos.

- Me voy a mi habitación -pff... necesito pensar-.

- ¡Vale! ¡Y vete preparando para la fiesta! -dice mamá sonriendo con cara de angelito, como si eso mejorara todo lo de hoy...- ¡Ah, espera! Ya hemos enviado todas tus cosas a tu casa de París, para que cuando llegues tengas todo puesto en cada lugar! Solamente te he dejado aquí alguna de tu ropa de noche y unas mudas para mañana.

- Vale…


Al entrar en el cuarto, cerré la puerta y me dejé caer sobre la cama. ¿Cómo puede haber ocurrido todo esto en solo 1h? Pff...

Estuve tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que faltaban tres cuartos de hora para la fiesta y... ¡no me había ni duchado! Así que, corrí al cuarto de baño para empezar la cuenta atrás…

Media hora después
He decidido que como he acabado de prepararme, voy a ayudar a quedar todo listo. De forma que me dirijo al patio para terminar de decorar.


- Bien, ¡pues ya he terminado!

- Mi niña… estás preciosa -me halaga mamá mientras se acerca sonriendo a abrazarme-.

- Gracias, mamá.

- Estos 15 años se me han pasado tan rápido… Te quiero mucho, Esmeralda.

- Crece tan deprisa que no nos damos cuenta, ¿verdad, mi amor? -de pronto, papá ha aparecido detrás de ella- Te queremos más que a nosotros mismos. Lo único que deseamos es que estés bien y seas feliz, ¿sabes que esa es la razón de lo que estamos haciendo, no?

- Sí, papá -contesto mientras respondo a ambos abrazos-. Lo entiendo. No me gusta, pero lo entiendo.


ding, dong…
- Vamos, ve a abrir -me alienta mi madre-. Serán tus amigos.

- De acuerdo. ¡Ya voy!


Al abrir la puerta, todos (cuando digo ‘‘TODOS’’ es 43 personas contadas. Compañeros/as míos/as del club hípico; del equipo de baloncesto; de las clases de música, danza y canto; además del instituto) vienen a abrazarme llorando. Me están entrando ganas de llorar también, pero no quiero derrumbarme en mi propia fiesta.


- ¡Chicos! ¿Qué pasa? ¿Se ha muerto alguien? -digo intentando suavizar el ambiente-.
Al decirlo, cada uno de ellos me da una colleja en toda la cabeza.

- Tss… al final, me quedo tonta con tantos golpes. Bueno… ¡disfrutemos de la fiesta! ¡No es hora de llorar!


A las doce y media de la noche
Pff… acaba de terminar la fiesta. ¡Ha estado genial! Aunque… ¿sabes qué me han hecho? ¡Me han cogido entre todos y me han lanzado a la piscina! Eso sí, luego los he estado tirando yo uno por uno. Con lo cual, la fiesta continuó, pero en la piscina.
A la mañana siguiente


- ¡Esmeralda, levántate ya! -me llama mi madre-.

- Grrr… no quiero…

- ¡Son las siete y media!

- ¿Y?

- ¡Hay que estar en el aeropuerto a las ocho!


Con eso me basta para que salte de la cama y en cero coma (más rápida que un segundo)esté en la puerta lista con gafas puestas, maleta, bolso de mano, móvil, auriculares, desayuno en boca y en una mano un bote con batido de chocolate.


- Sí que te das prisa cuando quieres.

- Touchée*


Antes de irme, me despedí de todas las sirvientas y empleados. Al llegar al aeropuerto, hice lo mismo con mis padre, pero con muchos besos y abrazos. Por cierto, un poco más y me quedo en tono ´´Pitufina crónica`` (no sabía que tuvieran tanta fuerza cuando dan abrazos...). Bueno, ¡pues ya pasé todos los controles (aunque me cachearon porque se me olvidó quitarme el reloj. ¡Vinieron hasta tres guardias para cachearme! Al principio me quedé: ¿Eing?. Luego dije: ¡Yo no he hecho nada, no tengo nada! Después me cachearon entre los tres, y al final estuve riéndome a carcajadas (N/A: me pareció gracioso poner esto, ya que me pasó exactamente lo mismo en mi último viaje. En este momento, lo recuerdo como una gran anécdota para contar. La única diferencia es que iba al frente de un grupo, por lo que fue peor que en el fic))! Ahora… ¡a subirse al avión y a despegar de tierra española!


FIN

*Popurrí: Es una mezcla de canciones. En España es muy típico cantar o bailar (más bailar que cantar) alguno en festivales. Los popurríes los realizamos para sorpender al público con más de una canción.

*Touchée: Es una expresión francesa. Significada: tocada (en este caso). Es lo mismo que decir en español: ''Has dado en el clavo (pero solo cuando le estás reprendiendo algo a alguien y la otra persona te contesta quedándote sin palabras. La que la reprendió primero es la que dice al final esa expresión, porque le ha ganado el juego)''.

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